RAIGAMBRE

Revista Cultural Hispánica

lunes, 1 de mayo de 2017

LEÓN FELIPE Y NUESTROS DÍAS

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Antonio Moreno Ruiz
Historiador y escritor



León Felipe, ¡qué gran poeta de zamorana cuna y mexicana mortaja!

¿Cierta fama de loco? Puede ser. ¡Vivan los locos que somos pocos! De todas formas, ¿acaso no fue el bohemio que muchos no nos atrevemos a ser?

A León Felipe le tocaron tiempos difíciles. Al fin y al cabo, ¿qué tiempo no es difícil? Empero, ya en aquellos tiempos nuestro poeta desenmascaró muchos típicos/tópicos, y me intento explicar: Es muy curioso que en España, que no hemos parado de guerras desde que entró Napoleón, hablemos de "LA GUERRA" refiriéndonos a la de 1936; cuando ya los romanos decían que los celtíberos, cuando no tenían guerra en el exterior, se la buscaban entre ellos mismos. Nos empachamos de guerra (y creo que León Felipe se empachó de Revolución Mexicana, que fue criminal como todas las revoluciones), y ahora que nos vemos en la impotencia de un ¿estado del bienestar? desmoronado, muchos politiquillos han intentado azuzar el rencor para obtener réditos electorales. No es sólo cosa del PSOE, no olvidemos que el PP votó a favor para que le concediera la nacionalidad española a los mercenarios estalinistas de las Brigadas Internacionales. Y esta pseudomemoria histérica no es sobre otras muchas guerras tan crueles o más que la del 1936, sino sobre "LA GUERRA", porque así lo han decidido analfabetos que hacen de la Historia su partidismo.

León Felipe fue uno de tantos españoles incomprendidos que murió lejos del hogar. Y en la lejanía, aun a mi juicio con demasiado pesimismo, supo avistar con inteligente congruencia los demonios que nos obstaculizan. En "LA GUERRA" hubo mucha gente que se batió con honor y luchó por lo que creyó entrambos bandos; pero también hubo muchísimo cobarde que no quiso combatir y durante la II República fue el más tricolor del mundo y cuando los nacionales ganaron posiciones se apresuró a ser más franquista que Franco. Parece ser que en nuestra tierra sale muy rentable el ser un cobarde criminal de retaguardia. Hubo vencedores y vencidos en ambos bandos. No por nada se decía en el Requeté que se ganó la guerra pero se perdió la paz. Y los máximos vencedores fueron los chivatos sanguinarios y los chaqueteros sin escrúpulos; los que luego se revelarían como auténticos maestros de esta partitocracia del "café para todos" (para todos ellos, se entiende) que nos niega la auténtica representación a los españoles, y que también nos niega el trabajo y la dignidad más elemental.


León Felipe, fue, pues, un poeta clarividente en muchos sentidos. No obstante, yo intento quitarme de encima el pesimismo, y es que, incluso los que somos "negativos", ¿no es porque creemos que de hecho España puede ser mejor? Si no creyéramos esto, o si no nos importara el tema, pues no le daríamos importancia ninguna, así como no nos acaloraríamos, y no exclamaríamos ni declamaríamos