RAIGAMBRE

Revista Cultural Hispánica

domingo, 19 de junio de 2016

COMPRENDER A LAS MINORÍAS ÉTNICO-RELIGIOSAS: YAZIDÍES



Niña yazidí, fotografía de: TN


ALGUNAS CREENCIAS Y COSTUMBRES DE UN PUEBLO HOY EN RIESGO DE EXTINCIÓN

 
Manuel Fernández Espinosa
 
 
"El Sol se ha levantado por encima de mí y han venido dos verdugos hacia mí.
 
¡Oh, pobre! Levántate y confía en tu religión, que es: Dios es el único y Malekas Sey Adi es Habbid Hallah (el amado de Dios). Confiesa una vez más la muerte del tiempo y el último día. Amén".
 
 
 
Ésta, aproximadamente, es la plegaria matutina de una minoría étnico-religiosa que hoy sufre el genocidio: los yazidíes. Eran unas 400.000 almas con antelación al exterminio que padecen a manos del Estado Islámico. Más de 3.200 mujeres yazidíes y niños han caído en manos del Estado Islámico: las mujeres y niñas han sido reducidas a la condición de esclavas sexuales y los niños han engrosado a la fuerza las filas del Estado Islámico. Recientemente, la ONU ha reconocido el genocidio que se está perpetrando con ellos.
 
Los orígenes de su credo sincretista son inciertos lo que ha supuesto que los yazidíes hayan sufrido multisecularmente la mala fama (y errónea consideración) de "adoradores de Satanás"; el secretismo de su religión tampoco les ayuda mucho a ser mejor conocidos. El Estado Islámico los califica así: "Una secta de infieles auténticos que practica ritos raros como la adoración del maldecido Satanás", lo cual repite el error que cometieron, ya en el siglo XI, algunos autores musulmanes que aportan las noticias más tempranas sobre los yazidíes; además de eso, los musulmanes identificaron erróneamente el nombre de´"yazidíes" con el de Yazid ibn Muawiya (647-683), el odiado segundo califa Omeya que asesinó al nieto de Mahoma, Husein ibn Ali.
 
Sin embargo, parece más verosímil que el nombre "yazidí" derive del persa "yazd" (ángel o deidad) como han puesto de manifiesto algunos especialistas. Poseen dos libros sagrados: "Kitab al Jilwa" (Libro de la revelación) y "Mashaf Rash" (el "Libro Negro"). Entre las creencias que más han contribuido a malinterpretarlos se halla el "Melek Taus" que vendría a ser un ángel que, tras su caída, se redimió a sí mismo tras llorar 7000 años.
 
Cuando Jacques Soubrier los visitó en la primera mitad del siglo XX, nos pinta a grandes rasgos lo que supo de sus creencias:
 
"Yezide creó a su imagen seis ángeles lo mismo que se encienden las velas con la llama de la primera. Cada uno de ellos ha sido creado cada día de la semana, comenzando por el ángel Nourail, dios también él mismo, que fúe creado el sábado.
 
El rey es el Rey-Pavo Real, que en el Paraíso quedó por orden de Dios para escuchar las palabras del Creador. Por eso el pavo es el símbolo de Dios, representado materialmente como un pájaro que se conserva en el Djebel Sindja, en casa del emir Said, en la aldea de Haebber. Pero el Dios-Pavo fue sustituido a veces por el diablo, dios del mal, que llegó a encarnarle tan bien que los mortales, incapaces de discernir en todo momento si el Dios-Pavo representa al dios del bien o a su concurrente, deben venerar a uno y otro por prudencia."
 
Sin embargo, aunque opinaran de este modo, tenían rigurosamente prohibido mencionar nunca la palabra "cheitán" (diablo) o la de "khitan" (hijo) y "bestan" (jardín) por su similitud con la de "cheitán".
 
El Melek Taus (Rey Pavo Real: algunos quieren leer "Zeus" -Dios- en Taus) es una cuestión bastante oscura. El erudito orientalista frances Joachim Menant (1820-1899) escribió: "Entre los Yesidis del Turkestán, el Melek Taus, o sea el Rey Pavo Real, no es el nombre de una divinidad; ni tampoco es el nombre de un genio del Bien o del Mal; es un Sinjak, una "manga" o pendón, que tiene carácter sagrado".
 
En cuanto a las creencias de ultratumba, nos revela Soubrier que: "Los yezidis admiten una metempsicosis un poco especial, según la cual la salvación de las almas es tanto más perfeccionante cuanto que el alma del difunto acaba de habitar el cuerpo de otro hombre, y resulta degradante cuando pasa al cuerpo de un animal o más miserable aun si se refugia en un vegetal."
 
Los yezidíes veneran a Jesucristo como a un profeta, aunque Sheikh Adi es el más grande de los profetas para ellos. Respetan el Evangelio y sienten más estima por los cristianos que por los musulmanes; lo cual se aprecia en las costumbres que nos refiere Soubrier, relativas a los rituales matrimoniales de los yazidíes: la recién casada pasa por un templo cristiano a cuya puerta estampaba un beso. Practican la circuncisión, pero también una especie de bautismo que apunta a la incorporación de elementos cristianos. Tienen también una rigurosa dieta que les prohibe alimentos como el pescado, la coliflor, la carne de gacela y la lechuga y los sheikhs (sus jefes religiosos) observan normas más estrictas todavía, como las de no comer calabaza ni beber en un porrón ni a chorro; los líderes tampoco visten de azul ni pueden escupir a la tierra en público. En cuanto a las ceremonias fúnebres tuvieron la costumbre de frotar el cadáver con tierra del sepulcro del Sheikh Adi y sobre el túmulo depositan excrementos de carnero, para que las fieras no desentierren los cadáveres.
 
Se trata, como podemos ver, de una identidad étnico-religiosa que hoy está en riesgo de extinción, masacrada con otros musulmanes y cristianos orientales por ese auténtico Satán despiadado del terrorismo salafista que sirve a turbios intereses.
 
 
 
BIBLIOGRAFÍA
 
 
"Monjes y bandidos. Desde el Adriático hasta las fronteras iranias", Jacques Soubrier, Colección Austral, Buenos Aires, 1949.
 
"Les Yézidis. Épisodes de l'histoire des adorateurs du diable", Joachim Menant, Paris, E. Leroux, 1892.
 
"El bestiario de Cristo. El simbolismo animal en la Antigüedad y la Edad Media" (vol. II), Louis Charbonneau-Lassay, José J. de Olañeta Editor, Barcelona, 1997.

jueves, 2 de junio de 2016

EL ANTIHÉROE

Imagen de www.abc.es 



Por Antonio Moreno Ruiz
Historiador y escritor


Me siento muy orgulloso de que el Quijote sea considerado el mejor libro de todos los tiempos. Es un orgullo para nuestra universal lengua. No obstante, creo que ha tenido un aspecto negativo, y ha sido la propagación del antihéroe hasta convertirse en una suerte de arquetipo nacional, pesada losa que como nefasta imagen de acomplejados nos lleva acompañando ya siglos. Y es que también nos olvidamos que esta gran novela fue censurada en su día por personalidades tan importantes como Quevedo y Lope de Vega, colegas próximos de Miguel de Cervantes. Y las cosas pasan por algo.

Sobre los orígenes de Cervantes, se ha escrito absolutamente de todo: Gallego, catalán, judío, morisco… Sin embargo, yo me quedo más con la información que nos brinda Jean Dumont (1), aquel gran historiador que se consideraba “francés de España”, quien aseveraba que Cervantes procedía de cristianos viejos. No hay que buscar por ahí determinados “códigos secretos” que algunos pretenden sacar del Quijote, haciéndonos también a Cervantes como una especie de prócer liberal-progresista. No, nada de eso era Cervantes. Cervantes, como bien dice Dumont, adscrito a la corriente erasmista, corriente intelectual y religiosa que cautivó a no pocos intelectos españoles gracias al contacto con el mundo centroeuropeo de la época. Erasmo de Rotterdam, al cual protegió el mismísimo Carlos I, irrumpía en la escena cultural y espiritual con ideas que parecían renovadoras, sobre todo con respecto a la corrupción del clero y la falta de instrucción. Con todo, siempre dejó claro que “non placet Hispania”, y los “alumbrados” españoles, al igual que muchos ilustrados en el siglo XVIII, veían con mucha fatiga y pesimismo las costumbres y esencias de su propio país, creyendo que esta avalancha dizque humanista traería progreso. Cómo nos suena esto, constante tan manida en nuestra Historia… Ante el advenimiento de la ruptura protestante, Martín Lutero, quien años después exhortaba a los príncipes alemanes a “exterminar como a perros” (literalmente) a los campesinos rebelados, se declaraba heredero de Erasmo de Rotterdam. Sin embargo, Erasmo no salió del círculo pedagógico y ante la Reforma y la Contrarreforma, con una actitud más o menos “pacifista”, acabó por no gustar ni a unos ni a otros. ¿Será Erasmo un precursor de la Ilustración? ¿Del krausismo? ¿Todo se solucionaba con “educación”? ¿El problema era la traducción de la Biblia? Será y no será, porque uno de los problemas de Erasmo, sobre todo en los últimos tiempos, fue su “indefinición” ante uno de los máximos acontecimientos de Europa. Fue un hombre de gran conocimiento, sin duda, pero ese conocimiento no fue muy llevado a la escena práctica, y mucho menos en un mundo hispánico que se reafirmaba contra la iconoclastia y el determinismo de Lutero, Calvino y compañía; el cénit de la “cultura prometeica” según el filósofo y sociólogo letón Walter Schubart (2).

Con todo, como decimos, sus enseñanzas, sobre todo a través de la “cultura”, se hicieron eco en España, y parecido conflicto se viviría en el siglo XVIII, con una élite ilustrada y “afrancesada” ante un pueblo barroco; claro que en los siglos XVI y XVII la élite estaba mucho más mimetizada con el sentir popular en general, siendo que el erasmismo nunca salió de ciertas marginalidades.

En fin, aparte de este “humanismo renacentista-erasmista”, que se había anticipado en Italia con el rechazo de una época mal llamada “Edad Media”, siempre cuestionando el  “mundo anterior” y presumiendo de purismo y recogimiento mientras en verdad inyectaba un paganismo mal digerido, Cervantes tenía no poco resentimiento personal y en verdad no le faltaban algunas razones para ello. Sus servicios militares nunca fueron recompensados, y no le fue concedida la ansiada gobernación de Guatemala, lo que provocó que tuviera cierta visión negrolegendaria sobre las Indias. Aparte, como cobrador de impuestos, estuvo encarcelado, y de ahí a que dominara a la perfección el lenguaje hampón que con tanto arte plasmó en Rinconete y Cortadillo, por ejemplo. No nos olvidemos, asimismo, de hechos como su cautiverio en Argel, lo cual le dio para mucho en cuanto a los moros y el islam, no porque fuera morisco como algunos creen. Su mala situación personal, algunas inclinaciones intelectuales y sus continuos desencuentros en general, le imprimieron un carácter mordaz y satírico que no siempre fue bien comprendido.

El Quijote es un libro tan amplio, tan controversial, tan simbólico, tan realista, tan ácido, tan humorístico, tan pesimista… Y tantas y tantas cosas que abarca que ha provocado argumentos y visiones de todo tipo. Reitero: Debe ser motivo de orgullo el que nuestra lengua y cultura se haya embellecido con este ejemplo. Sin embargo, al no ser siempre bien comprendido, por encima de lo que pensara o dejara de pensar el propio Cervantes al criticar el manido gusto por los libros de caballería, lo cierto es que se fue extendiendo la idea del antihéroe como arquetipo español; idea en especial muy aprovechada por algunos ilustrados y luego por muchos liberales y marxistas; idea que asimismo han aprovechado determinadas oligarquía criollo-mestizas para, al servicio del imperialismo británico, hacer y deshacer en las Españas Americanas, ante un pueblo siempre humillado y cabizbajo, inconsciente de su grandeza histórica y sus inherentes capacidades. Fijémonos en cómo los españoles, cuando queremos hacer chistes, nos denigramos a nosotros mismos. Es algo que también le pasa a los portugueses. Otros han creado el absurdo mito del gallego tonto y bruto (3) para inventarse no sé cuántos chistes. Y así seguimos.

Está bien que haya molinos de viento que parezcan gigantes, está bien la cordura recuperada y la diferencia entre el quijotismo y el sancho-pancismo y todo eso, pero también está bien la realidad sin desdeñar ideales bellos, y menos los de una caballería que forjó una civilización cimentada en el espíritu, constituyendo un código histórico milenario; y está bien la autocrítica pero constructiva y también consciente de las virtudes y las buenas posibilidades. La idea del antihéroe se ha introducido y exagerado demasiado entre nosotros, y ya es hora de frenarla con ejemplos como el de José Cadalso (4), insigne patriota del siglo XVIII que murió intentando recuperar Gibraltar para España, mientras siglo después, toda una cohorte de acomplejados pseudo-intelectuales no hicieron más que, desde señoritingas posiciones, criticar y mentir sobre el pasado sin construir nada bueno y verdadero hacia el futuro.






NOTAS: 




(1)Sobre Jean Dumont:


jean dumont - antonio moreno ruiz





(3)Algo hablamos en este artículo:


RAIGAMBRE: ¿"ITALIANISMO" O IMPOSTURA?